CRUCÍFERAS

COLES, BRÓCOLI, BERROS, REPOLLO, RÁBANO, NABO, COLIFLOR…

Estas verduras contienen una elevada cantidad de activos naturales, lo que les dan unas acciones específicas. Son ricas en antioxidantes, fibra, beta-caroteno (pro-vitamina A),vitaminas C y K, minerales: zinc y selenio. Para aprovechar mejor sus nutrientes se recomienda comerlas crudas o cocidas al vapor.

Las acciones que se les atribuyen son:

Una acción antiviral, antioxidante y depurativa, y preventiva en algunos tipos de cáncer, sobre todo los relacionados con los estrógenos femeninos como el de mama, también en los hombres previenen del cáncer de próstata.

      Los componentes activos de las brasicaceas o crucíferas son los glucosinolatos.

      Estos componentes llevan sulfuro, los glucosinolatos cuando se ingieren se metabolizan produciendo beneficios para la salud. Y así, tienen una función importante en neutralizar toxinas, y elementos externos carcinogénicos como puede ser la nicotina.

Los berros, por ejemplo, producen gran cantidad de isotiocianatos, lo que estimula la excreción por la orina de la nicotina y otros elementos tóxicos como el asbestos.

      Además, los índoles, otro de los componentes de las crucíferas, tienen la capacidad de modificar las acciones de los estrógenos en las mujeres, sobretodo en las mujeres pre-menopáusicas.

      Estas verduras, debido a su alto contenido en azufre, provocan digestiones difíciles, y algún problema de aerofagia (gases intestinales). Se recomiendan cocinar con cominos.
Su bajo contenido en calorías las hace ideales en dietas de control de peso. No deben ser consumidas por personas en tratamiento anti-coagulante (Sintron y similares) por su alto contenido en vitamina anti-hemorrágica K.