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martes, 17 de julio de 2012

TRATANDO EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD


El verdadero éxito del tratamiento de la obesidad se logra cambiando  definitivamente los hábitos alimentarios y de vida y cuanto antes mejor. La consigna que tiene que recordar: Lento, pero seguro Y SANO.
El adelgazamiento lento y gradual no es tan espectacular como la pérdida de peso lograda con las dietas de última moda, pero a la larga es más eficaz. Recuerde: Es más importante la pérdida de peso global que ha conseguido desde que inició el programa, que la diferencia de kilos respecto a la última semana. (Lo más adecuado y recomendable es perder 4 Kg. Por mes, ni más ni menos).

La obesidad es algo más que un problema estético. Está considerada una  enfermedad en sí misma causante a su vez de muchas otras: hipertensión,  diabetes, colesterol, dificultad respiratoria, estreñimiento, artrosis, gota,  etc. por no mencionar una menor expectativa de vida e, incluso, incluso trastornos psicológicos. (Le remito al “INFORME SOBRE OBESIDAD” ). Tenga siempre presente los beneficios para su salud que supone la simple pérdida de un 5% de grasa corporal.

Perder peso es, por encima de todo, una cuestión de salud y por ello debe  conseguirse de forma gradual. Una pérdida muy rápida no es sana ni realista.
Antes de controlar la boca para comer sano, hay que controlar la mente, ya que en ella se origina la ansiedad o la falta de voluntad y constancia. Hay que programar el cerebro para llegar a sentir que perder peso es un proceso  agradable y fácil de llevar, que los beneficios superan el esfuerzo, que siempre tenemos el apoyo de nuestra dietista para orientarnos, escucharnos y guiarnos.
Bajar el peso supone mejorar física y psíquicamente. Vernos mejor, más ágiles, saludables y atractivos.

No confundir hambre con ansiedad. Los nervios, la ansiedad, la depresión  anímica, la presión social e incluso la cultura consumista que se nos influye día a día puede hacernos comer más de la cuenta, ya que, por no parar un momento a reflexionar si se trata de hambre real o de necesidades  emocionales, intentamos llenar esta sensación de vacío interior con comida. Por ello, es importante que, ante el impulso de comer más de la cuenta, nos paremos a pensar para descubrir lo que está provocando esa hambre, y si ésta es de carácter emocional, lo mejor es relajarse, escuchar música, ir al cine, dar un paseo o leer un libro interesante.


Aprender a relajarse es sumamente importante para no ganar peso, ya que el estrés es la principal causa de ansiedad y tristeza, factores que hacen que el organismo busque consuelo en la comida. Visualízate delgado/a. Según los expertos, el cuerpo puede hacer absolutamente todo lo que el cerebro le ordene, incluso adelgazar, y la autosugestión actúa como un programa de software capaz de controlar la ansiedad. Las técnicas de visualización pueden fortalecer la fuerza de voluntad y la constancia. Pero además pueden motivar a hacer ejercicio físico regularmente.

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